sábado, 11 de agosto de 2007

La imprenta, nuestro tercer museo


El pasado viernes tuvimos la oportunidad de ingresar a la imprenta del Colegio, fuimos recibidos muy cordialmente por quienes laboran en este lugar.

La imprenta del Colegio, ubicada en la entrada del parqueadero del Edificio central en la Vargas, en un gran salón blanco que por lo vació demuestra que la imprenta en el Mejía esta descuidada; ya es un verdadero museo, pues sus vetustas máquinas solo sirven para eso, para posar en una frívola sala de museo.

La imprenta abrió sus puertas por primera vez en 1959, pero fue en 1960, cuando el colegio cumplía 63 años de vida institucional, cuando se inauguro la imprenta, al igual que el museo de Historia y Geografía, el jardín botánico, entre otros; durante las fiestas patronales, por gestión del rector de ese entonces Oscar Efrén Reyes.

Una de las reliquias existentes en la imprenta es la “original heidenberg”, máquina inventada por Gutenberg en el año…….. llamada también máquina de tipos móviles, pues es accionada por los tipos móviles que se agrupan en los clichés; está maquina se la adquirió en 1959 cuando se creo la imprenta del Colegio.

Al momento esta máquina no está en uso, pues los métodos para la impresión de documentos se han modernizado, dejando de lado esta máquina; el tiempo que se emplea en una impresión también es el factor para que esta máquina haya quedado sin uso.

Los clichés y los tipos móviles, entre letras, símbolos, adornos y sellos forman una gran colección, existentes sólo en museos; es imposible contarlos, pero existen alrededor de 20 cajas y en cada caja cerca de 15 kilos de peso.

Una de las máquinas mas usadas, y la única que imprime en la actualidad es la Hadmaster, maquina offset presente en la imprenta del Mejía desde 1980, sólo imprime en negro y únicamente en formato A4, imprime con moldes como placas de poliéster, cartón y metal, de las cuales la única que sirve para imprimir en formato A3 es la de metal.

Según Wagner Núñez, regente de la imprenta, no existe un presupuesto fijo para esta dependencia, recuerda que hace 10 años se imprimió el último libro para estudiantes del plantel, y menciona también que el último periódico que se imprimió fue con la ayuda de Atahualpa Martínez Rosero.

La palabra, un fuerte en el Mejía



El Arte de hablar con elocuencia
, la
oratoria es un fuerte en nuestra institución.

El club de oratoria del colegio, de la mano de su coordinador el Dr. René Pozo Astudillo, profesor del colegio; ha dejado el nombre de nuestra institución por lo más alto, llenando de honor y gloria al plantel.

El primero de noviembre del año en curso, con ocasión del Día Internacional de la Alimentación, se llevo a cabo el concurso “Invertir en agricultura para mejorar la seguridad alimentaría” organizado por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) conjuntamente con la FAO “Organización Mundial de Alimentación”, en el cual participo el Sr. Javier Campoverde de sexto curso cuarta sección quien obtuvo el tercer lugar.

El sábado 2 de diciembre del presente año el compañero Nicolás Bustillos de quinto curso cuarta sección, ganó el primer lugar en el concurso organizado por el Rotary international, recibiendo como premio una beca para estudiar en el extranjero avaluada en 20.000 dólares y dejando entendido una vez más que el Mejía es el campeón.

Pero no solo estas hazañas a cumplido satisfactoriamente el club de oratoria, también el jueves 7 del presente mes en el paraninfo de la Universidad Andina Simón Bolívar se llevó a cabo el concurso “Quito origen y esencia de la nacionalidad ecuatoriana”, organizado por la Unidad educativa Quitumbe.

Este concurso que se realizó con motivo de los 472 años de fundación de la carita de dios y de la fundación de la unidad educativa Quitumbe; los compañeros Darío Trujillo de tercer curso, Gino Franco de cuarto curso y Lenin Caiza de quinto curso se proclamaron triunfadores en cada una de sus categorías, declarándose campeón el Mejía.

En fin el último trimestre de este año ha sido de gloria para el patrón, en especial para quienes conforman el club de oratoria; pues han culminado el año con grandes triunfos, que sirven para la glorificación de nuestra institución.
Eloy Alfaro Delgado.
Nuestro Fundador



Sol de América, el Viejo Luchador, héroe auténtico, en la más y más pura acepción de la palabra, héroe de la espada en la guerra y caballero de la pluma en la paz, mártir y libertador, revolucionario indomable, estadista y constructor, fervoroso hombre de acción, comandante de su pueblo, de acendrado patriotismo hizo de su vida una como mar agitada y rumorosa, sobre la cual vibraron y se retrataron todas las tempestades de los cielos obscuros de su época.

Con la Revolución de junio 5 de 1895, hito político imponente de los últimos ocho años de historia nacional, Eloy Alfaro deja vestigios indelebles y las premisas para la organización del Estado ecuatoriano, bajo la égida de de un sistema económico, político y social para vivir con libertad, igualdad y justicia, orientado a satisfacer el bienestar y la dignificación del pueblo.

Hombre de honor y compromiso, pese a las adversidades, caminó con miras en los asuntos del Estado. Todo ese entusiasmo que desde tempranas edades imprimió a sus acciones, tácticas geniales, probidad, eficiencia, sentido del orden y experiencia acumulada en las luchas militares, unidos a una cierta audacia natural, le permiten avanzar en la conquista del poder e izar en el capitolio el lábaro bendito de la nueva Patria.

Toma sabias decisiones en cuanto a la construcción de la Patria: crea y forma un pueblo. Institucionaliza rentas, ejército, instrucción pública, correos, telégrafos, caminos de hierro, navegación a vapor, crédito extranjero, política y diplomacia.
Sin embargo, su mayor esfuerzo y legado está en la educación, convencido de que el pueblo no puede ser libre, si la sociedad que lo compone no conoce sus derechos y deberes.

Promueve y defiende la educación pública: obligatoria, laica, gratuita, y con libertad de enseñanza, que eduque a la niñez y a la juventud en un marco de acrisolado respeto al derecho ajeno, con amparo y garantías al santuario de la conciencia humana, con devoción a la investigación, con tolerancia de cultos, con moral racionalista, con democracia participativa, con espíritu de solidaridad e igualdad humanas; en suma, rompió toda traba de la conciencia, extirpó toda opresión del espíritu humano y abrió las puertas al cultivo de las ciencias y de la filosofía, la literatura y las artes al margen de los prejuicios y de los sectarismos dogmáticos.

Su doctrina política y social debió merecer el respeto y admiración su época, sin embargo la apostasía cobarde de la libertad, cierra violentamente su divina epopeya, y son los espíritus sectarios y retrógrados déla antipatria en contubernio con mezquinos y rastreros intereses de su propio partido, que acaban brutalmente en la hoguera bárbara con el cuerpo del titán del pueblo.

El Instituto Nacional Mejía fue fiel depositario del sueño heroico de su fundador, ha cumplido con la sagrada misión de mantener encendida la antorcha de la libertad y abre los cielos interminables de la inmortalidad, porque Alfaro vive y palpita en cada Mejía de ayer, hoy y siempre.




Dr. René Pozo Astudillo